El tema fue planificado hace 3 meses atrás (octubre 2022), porque es en el último trimestre de cada año, donde se suelen por última vez reevaluar los objetivos, y plantear nuevas metas para el año que viene.

Para esto veamos qué es el tiempo. Según la Real Academia Española (RAE) es la magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro, y cuya unidad en el sistema internacional es el segundo. También se refiere la definición de ajustar los tiempos como investigar o fijar la cronología de los sucesos.

Dado estos conceptos el tiempo nos permite planificar y ordenar eventos de nuestra vida (familiar, personal, académica, laboral, pasatiempos) que van transcurriendo sin detenerse, de tal manera que se los pueda equilibrar por medio de una gestión eficiente.

Para esto es necesario observar las tareas (actividades, acciones),  y establecer las más importantes para empezar a ejecutarlas al inicio del día. Por ejemplo: Si quiero completar esta tarea  ¿qué es lo primero que debo hacer?, de esta pregunta saldrán algunas acciones o actividades las cuales deberá dedicarles un tiempo para culminarlas.  Por ejemplo, si tiene como prioridad realizar un proyecto, dedíquele un lapso de 40 minutos sin interrupción, durante “x” días, programando un poco más su tiempo de ser necesario, pero si aparecen otras actividades o tareas, resuelva las demás al final del día.

Recuerde semana a semana (viernes) evaluar lo que hizo, aprendió y continúe para la siguiente semana realizando las nuevas prioridades para completar.

Si existen muchas actividades que para usted son prioridad y para otros no, entonces sea asertivo y diga “no” a otros sin culpa, pues así avanzará en sus metas con franqueza, vivirá sin estrés, respetando a los demás y con una vida más sana y equilibrada.

Tenga presente para la organización del tiempo es fundamental tomar decisiones de calidad y decisiones conscientes, dejando  también espacios libres para estar disponibles para los demás.

Lo valioso de todo esto, y aparte de haber gestionado de mejor manera el tiempo, es que el cerebro recibe gratificación y la sensación de satisfacción al haber “completado” y logrado la actividad.

Y al final “potius sero quam nunquam” - más vale tarde que nunca.